El reducido tamaño del edificio Gesa, junto con su estructura de cristal y plantas diáfanas, hacen inviable la creación de un museo según Judit Vega, directora de UNED Balears y comisaria de la exposición sobre José Ferragut. Además, Miguel Tugores, arquitecto técnico involucrado en la construcción del edificio, argumenta que el derribo parcial comprometería su integridad y que el edificio no fue concebido para albergar grandes obras de arte, sino como un espacio de oficinas. Ambos defienden la importancia histórica y arquitectónica del edificio, considerándolo un pionero del movimiento moderno en Baleares y fundamental para la urbanización de la zona de Can Pere Antoni en Palma.
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